¿Quieres cortarte el pelo porque está dañado? ¡Solo toma una pastilla para el frío! Hay muchas maneras de tratar el cabello dañado y devolverle su salud y brillo originales. Aquí hay 10 consejos sobre cómo tratar el cabello dañado.
¿Cómo se ve el cabello dañado?
Al mirar de cerca el cabello dañado, notará que cada mechón es débil y propenso a romperse fácilmente cuando se toca. Esto se debe a que la cutícula se ha despojado del exceso de peinado (como el secado con secador) o del uso de productos químicos agresivos como la lejía, que debilitan su estructura.
También puede ver puntas deshilachadas donde los mechones individuales se han roto en múltiples pedazos en lugar de una sola pieza continua de tallos de cabello de aspecto saludable. Además, podría haber decoloración a lo largo de ciertas secciones debido al uso excesivo de herramientas de peinado con calor sin la protección adecuada, como los aerosoles protectores contra el calor.
Así como cuidas tu piel, tu cabello es otra zona a la que debes prestar atención. Si bien algunas personas usan diferentes productos para el cabello para mantener su cabello, algunos de estos productos pueden dañarlo.
Factores responsables de la rotura del cabello
i. Factores ambientales
Cuando comienzas a experimentar la rotura del cabello, algunos factores son responsables de ello. Uno es el daño ambiental debido a la exposición excesiva al calor y la luz solar. La exposición prolongada a estos elementos puede hacer que las cutículas del cuero cabelludo y las hebras se sequen y se vuelvan quebradizas, haciéndolas propensas a romperse o abrirse las puntas.
ii. Productos químicos agresivos
Otro de los principales culpables del cabello dañado son los tratamientos químicos agresivos como los tintes decolorantes, las permanentes, los relajantes, etc., que eliminan los aceites naturales y los dejan propensos a sufrir más daños.
iii. Estilo de vida/hábitos
Además, los malos hábitos como el cepillado excesivo y el secado con secador contribuyen significativamente al daño de los mechones. El cepillado enérgico daña tanto el cuero cabelludo como las hebras, mientras que el uso frecuente de secadores las hace susceptibles a las puntas abiertas y al encrespamiento debido a la falta de capacidad de retención de humedad dentro de cada hebra.
Conocer las razones por las que de repente tu larga y brillante melena se está rompiendo te ayudará a desistir de esas rutinas y buscar formas de solucionarlo. Aquí hay formas de cómo tratar el cabello dañado rápidamente.
- Usa un tratamiento de acondicionamiento profundo una vez a la semana.
- Evite las herramientas de calor tanto como sea posible
- Invierte en productos de calidad para el cuidado del cabello
- Recorte los extremos puntiagudos
- No laves demasiado el cabello
- No peines el cabello mojado
- Use champú y acondicionador específicamente formulados para cabello seco o dañado.
- Obtenga tratamientos de proteínas regulares
- Usa aceites naturales
- Come una dieta balanceada
1. Use un tratamiento de acondicionamiento profundo una vez por semana
Esto ayudará a nutrir tus mechones con humedad y proteínas, lo que ayuda a reparar el daño causado por los productos para peinar o las herramientas térmicas. Los acondicionadores profundos también brindan una capa adicional de protección contra daños futuros causados por productos de peinado o contaminantes ambientales como la exposición al sol.
2. Evite las herramientas de calor tanto como sea posible
Si está buscando consejos sobre cómo tratar el cabello dañado, debe evitar el uso de herramientas térmicas. El calor puede causar más daño, así que trata de secarte el cabello al aire siempre que puedas en lugar de secarte los mechones todos los días.
Cuando uses herramientas térmicas, asegúrate de que estén a bajas temperaturas para no quemar las puntas de tus mechones, causándoles aún más daño que bien.
3. Invierta en productos de calidad para el cuidado del cabello
Una de las causas comunes del cabello dañado es el uso frecuente de productos para el cuidado del cabello de calidad inferior. Entonces, ¿cómo reparar el cabello dañado químicamente?? Busque champús y acondicionadores sin sulfatos que contengan ingredientes naturales como aloe vera, manteca de karité, aceite de coco, etc.
Estos ayudarán a retener la humedad mientras limpian suavemente la suciedad sin eliminar los aceites esenciales del cuero cabelludo y los tallos del cabello.
Además, busque tratamientos sin enjuague como sueros, aceites y máscaras, que también funcionan muy bien para proteger y reparar el cabello seco y quebradizo.
4. Recorte las puntas abiertas
Las puntas abiertas ocurren cuando los cabellos individuales se deshilachan debido a demasiada manipulación (es decir, cepillado), calor excesivo con herramientas calientes (como un rizador) o la falta de nutrición adecuada que conduce a esas áreas frágiles donde pueden surgir rajaduras.
Para evitar más divisiones, recortar estas secciones con tijeras cada pocos meses ayudará a reducir su apariencia y también evitará enredos, facilitando el cepillado.
5. No te laves demasiado el cabello
Uno de los consejos sobre cómo tratar el cabello dañado es limitar la cantidad de veces que te lavas el cabello. El lavado en exceso elimina los aceites naturales, dejando atrás la sequedad y el encrespamiento; por lo tanto, limitar el número de veces por semana sería extremadamente beneficioso a largo plazo.
Si solo necesita refrescarse entre lavados, omita el paso de enjuague por completo. Simplemente rocíe un poco de agua sobre las raíces, seguido de un ligero masaje para distribuir uniformemente por toda la melena antes de terminar con los productos selladores de suero.
6. No peines el cabello mojado
Muchos peluqueros son culpables de esto. El cabello mojado es más propenso a romperse porque es más débil; por lo tanto, evita peinarlo mientras aún está húmedo; en su lugar, use peines de dientes anchos diseñados específicamente para desenredar nudos después de las sesiones de lavado.
7. Use champú y acondicionador formulados específicamente para cabello seco o dañado
Debido a que la sequedad provoca roturas, lo que conduce a un mayor daño, el uso de productos para reparar el cabello dañado es vital cuando se intenta tratar el cabello dañado.
Los champús y acondicionadores diseñados específicamente para el cabello seco o dañado son esenciales para minimizar el quiebre y, al mismo tiempo, rehidratar las mechas resecas y devolverlas a sus antiguos días de gloria.
8. Obtenga tratamientos regulares de proteínas
Los tratamientos con proteínas fortalecen las partes debilitadas de cada mechón, lo que evita que se rompan más a causa de las actividades cotidianas, como peinar los rizos húmedos o secos. Optar por este tipo de tratamiento dos veces por semana asegura la máxima protección contra futuros daños.
9. Usa Aceites Naturales
Los aceites naturales brindan una capa adicional de protección contra la humedad y otros elementos dañinos que se encuentran al aire libre durante los meses de verano, especialmente si se usan en combinación con condiciones sin enjuague después de las sesiones de lavado.
Los aceites para el cabello como el aceite de coco, el aceite de argán y el aceite de jojoba son excelentes ejemplos porque brindan una hidratación intensa y propiedades antiinflamatorias, que son ideales para restablecer el equilibrio de los folículos deshidratados.
10. Coma una dieta balanceada
Comer alimentos ricos en ácidos grasos esenciales, proteínas y vitaminas A y E promueve un crecimiento saludable y previene el quiebre debido a la sequedad. Estos nutrientes trabajan juntos internamente dentro de las células para proporcionar la nutrición que tanto se necesita externamente a través de los folículos en cada hebra.
Conclusión
Cuando se trata de restaurar el cabello dañado a su estado saludable, la paciencia es clave; ¡Los resultados no sucederán de la noche a la mañana! Por lo tanto, no se frustre si no ve mejoras inmediatas después de un tratamiento.
Con un cuidado constante, debería comenzar a ver cambios positivos tanto en la textura como en la apariencia; solo recuerde no usar demasiados productos a la vez, ya que esto puede sobrecargar aún más las hebras y provocar más roturas.