Aunque los rastreadores de actividad física ofrecen muchos beneficios, no son para todos. A continuación, encuentre algunas consideraciones clave a tener en cuenta antes de elegir uno para usted:
Precisión de ciertas métricas: Hare plantea el tema de la precisión con respecto a ciertas métricas, especificando que estos dispositivos no siempre son los más precisos para estimar las calorías quemadas durante un entrenamiento. “Por ejemplo, si está haciendo una estocada con caída con 30 libras en lugar de una estocada con peso corporal, su rastreador de actividad física registrará la misma cantidad de calorías quemadas porque lo lee como la misma cantidad de movimiento. Sin embargo, las estocadas de caída realizadas con pesos pesados tendrán un impacto mucho mayor en su tasa metabólica. y continúe quemando calorías después de que termine el entrenamiento porque los músculos necesitarán recuperarse”.
Algunos rastreadores de actividad física ajustan estas métricas según el tipo de entrenamiento que esté haciendo (es decir, entrenamiento de fuerza ligero, medio o pesado), pero es importante darse cuenta de que este número no será completamente exacto. Si desea una medición más precisa de cómo su cuerpo quema calorías con ejercicios específicos, es mejor que hable con un entrenador certificado o un profesional médico, en lugar de confiar únicamente en un rastreador de actividad física.
Las actividades específicas que está realizando: En una nota similar, muchos rastreadores de actividad física no miden una amplia variedad de actividades diferentes. Por ejemplo, si eres nadador, probablemente querrás algo con capacidades específicas para tu deporte en lugar de solo un dispositivo a prueba de agua. Según el tipo de dispositivo portátil y la actividad que realice, la seguridad también es una consideración. Para un deporte como el boxeo, llevar un dispositivo en la muñeca o en el dedo puede resultar más intrusivo que beneficioso.
Qué tan medibles son sus metas: Algunas metas no son fácilmente medibles por un rastreador. Por ejemplo, nuestros evaluadores tenían algunos dispositivos que les alertaban para que se movieran después de estar sentados durante períodos prolongados durante clases de estiramiento o pilates en colchoneta.
Comportamiento obsesivo potencial: “El otro problema con los rastreadores de actividad física es que algunas personas pueden volverse un poco obsesivas con el seguimiento de sus estadísticas y esos números no nos muestran el panorama completo de su salud”, advierte Hare. Las personas que han tenido problemas con el ejercicio excesivo o una obsesión por una alimentación saludable pueden encontrar que un rastreador de actividad física fomenta estos comportamientos. Athans agrega que una dependencia excesiva de estos dispositivos puede “alejarnos de nuestra intuición”.
Discapacidades físicas o condiciones de salud existentes: Desafortunadamente, la mayoría de los rastreadores de actividad física no están diseñados teniendo en cuenta las discapacidades físicas o las condiciones de salud. Si tiene una condición existente, es mejor hablar con su médico antes de decidir invertir en un rastreador de actividad física.
La consistencia es esencial: Si no va a ser consistente con su rastreador, no tiene mucho sentido comprar uno. Estos dispositivos están diseñados para adaptarse perfectamente a nuestras rutinas, pero si solo se van a colocar en la cómoda, son tan útiles como pagar una membresía mensual en el gimnasio sin ir al gimnasio.