Por qué este Derm confía en los posbióticos, no en los probióticos

Los prebióticos, pro y posbióticos son todos ingredientes para el cuidado de la piel de moda últimamente. Es comprensible que la gente pueda confundirlos. No solo suenan similar, sino que todos tienen más o menos la misma función prevista: ayudar a que la barrera de la piel prospere. Sin embargo, hemos descubierto que no todas las clases de ingredientes bióticos funcionan con el mismo nivel de eficacia.

“Los probióticos eran algo en lo que todos podían colgarse el sombrero. Sabíamos que era bueno para el intestino, y luego estaba en el cuidado de la piel. La gente entendía que los probióticos eran buenos, pero no entendían al 100 % cómo funcionaban en las formulaciones”, explica Bowe sobre la locura por el cuidado de la piel con probióticos de hace varios años.

Pero continúa compartiendo que resulta que esos probióticos no estaban logrando exactamente lo que los formuladores pensaban que eran. “Cuando creas un producto para el cuidado de la piel que contiene agua, llamado emulsión, como suero o crema, debe tener algún tipo de sistema conservante para evitar que el producto se contamine con gérmenes y microbios dañinos”, dice.

Recientemente discutimos la naturaleza complicada de los conservantes en los productos de belleza, y Bowe explica en este episodio que “son un mal necesario” para mantener los productos estables y libres de patógenos. “Los conservantes que tenemos en este momento son efectivos para prevenir la contaminación, pero no pueden discriminar entre los insectos buenos y los malos”, dice ella. “Entonces, si pones un probiótico vivo en el producto, ese sistema conservante también matará al probiótico”.

Es comprensible que “fue una gran decepción para el consumidor”, dice. Pero eso no significa que todos los ingredientes bióticos sean inútiles. De hecho, los pre y postbióticos (o elementos no vivos del microbioma) pueden ser extremadamente beneficiosos para la piel.

Por ejemplo, los posbióticos son resultados beneficiosos no vivos de los probióticos que pueden “interactuar con las células epidérmicas y la barrera de la piel de una manera muy positiva”. Ella explica que existen varios tipos de posbióticos, incluidos los ácidos grasos de cadena corta, los péptidos antimicrobianos, etc. Los prebióticos son como fertilizantes, que pueden ayudar a “nutrir a los bichos buenos”.

Dado que el microbioma de la piel es todavía un área de investigación relativamente joven, aún queda mucho por aprender sobre cómo cuidarlo mejor con el cuidado de la piel. Y para obtener la información más reciente, sintonice el episodio para obtener más información.